La fiscalización en la actividad azucarera terminó esta semana con producción retenida porque, según el fisco, su procedencia es dudosa o porque los que la poseían no tenían todos los papeles que determinan si es que fue declarada debidamente y quién o quiénes son sus propietarios. En los últimos días, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) profundizó los controles para establecer si, en plena campaña, la actividad azucarera cumplía con las pautas legales de tenencia, traslado o comercialización.

“Dentro de las tareas que le son propias al organismo recaudador, y en el marco de los controles que se están efectuando en los 15 ingenios tucumanos durante el desarrollo de la zafra 2014, se detectaron sujetos de características apócrifas disfrazados de cañeros”, reveló la AFIP a LA GACETA.

Como consecuencia del “Operativo Zafra”, los sabuesos fiscales procedieron a interdictar el azúcar en existencia en varios ingenios. La AFIP, en este sentido, por razones administrativas, no dio a conocer por ahora los nombres de los establecimientos y de los productores en esa situación.

La información oficial consta que se interdictaron 473.900 kilos de azúcar, los cuales representan 9.478 bolsas de 50 kilos cada una. Esto, según el organismo, equivale a 16 camiones con acoplado. El valor del azúcar interdictado asciende a $ 2,2 millones.

La maniobra detectada, representa que los ingenios procesaron 4.739.000 kilos de caña de azúcar lo que representa 158 camiones con acoplado, de acuerdo con las estimaciones oficiales.

La interdicción es un procedimiento, mediante el cual el fisco inmoviliza el producto sin quitar la titularidad del bien. El decomiso es un proceso posterior, en caso de que el propietario del azúcar no constate su posesión o, directamente, no la declare. En ese caso, la mercadería interdictada se transfiere a la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Para el “Operativo Zafra”, este año la AFIP dispuso la rotación diaria de cuatro inspectores por ingenio, además del personal que trabaja en la tarea de inteligencia fiscal.

Precisamente, en las tareas de inteligencia previa, “se verificó que uno de estos pseudo-cañeros carecía de capacidad económica y operativa, siendo una persona de condición de vida muy humilde, cuya subsistencia está dada por tareas manuales en el pelado de la caña de azúcar”, indicó la AFIP. Otro, en tanto, confesó que fue engañado y, a cambio de una suma de dinero, según dijo, prestó su número de CUIT “para ser utilizado por terceros inescrupulosos”.

Según el organismo recaudador, los controles efectuados resultan eficaces para la verificación de las obligaciones fiscales. También contribuyen para la generación de percepción de riesgo, con las siguientes pautas enumerados por la administración fiscal:

• Establecen un mecanismo de control preventivo (presencia de la AFIP en los 15 ingenios, fincas, depósitos y/o fraccionadoras) que puede llegar a “desalentar” operaciones marginales.

• Permiten validar la información obrante en la base de datos del organismo nacional y la individualización de operadores considerados no confiables.

• Crean una percepción de riesgo para ingenios y para productores inescrupulosos.

• Posibilitan la toma de información para verificaciones posteriores por parte del fisco.